El frío ha alcanzado en esta región rusa la temperatura más baja registrada en un lugar habitable en la Tierra.
Los días en invierno sólo duran 3 horas y sus habitantes no pueden tener bolígrafos ya que la tinta se congela y los deja inservibles. Las baterías de los coches tienen los días contados y acercar la cara al cristal de la ventana puede suponer un riesgo extremo.
En Oymyakon (Siberia), uno de los lugares habitables más fríos de la Tierra, las temperaturas han alcanzado niveles mínimos de récord. Tal es el frío en esta región que las pestañas de las personas se congelan y los termómetros, tras marcar temperaturas de menos 62 grados, acaban por romperse; así ha informado ‘The Siberian Times’.
Según ‘The Siberian Times’, la temperatura más baja registrada en el mundo, en un lugar habitado por personas, ha sido de menos 67.7 grados. Esa temperatura se registró en Oymyakon, en 1993.
Pero estos no son los únicos problemas con los que conviene la población. Por ejemplo,no pueden utilizar bolígrafos porque la tinta de los mismo se hiela y quedan inservibles. Un gesto tan sencillo coma acercar la cara a un cristal puede suponer un peligro, ya que al contacto con del cristal, la piel puede dejar pegado el rostro de las personas. También, las baterías de los coches pierden potencia y se desgastan a los pocos días.
Muchos otros en las redes sociales también han compartido las imágenes en Instagram. Muchos muestran sus pestañas petrificadas por el frío, en lo que parece una serie de instantáneas sacadas de la película ‘Frozen‘.