Un temerario ruso, de 42 años, subió a una torre eléctrica a 100 metros de altura, y con la protección, de tan solo unos guantes, se deslizó por un cable hasta el suelo.
En las imágenes se puede apreciar cómo antes de iniciar el infernal descenso, desde lo alto de la torre, el hombre lanza una bolsa al suelo para que el espectador se haga una idea de la distancia real que existe.
Con la única ayuda de los guantes el escalador logra descender sin problema, algo peor lo pasamos nosotros viendo las imágenes.