En el mundo de la publicidad se invierten muchos recursos y horas para hacer anuncios que consigan captar la atención de los posibles consumidores e incitarlos a adquirir el producto o servicio que se ofrece.
Sin embargo, también se pueden cometer errores como por ejemplo a la hora de editar el cartel de publicidad con algún programa informático o por la colocación inadecuada de un cartel.
Por lo que parece, nadie se fijó detalladamente en la imagen y no se dio cuenta estos errores en el proceso de diseño o aprobación de la campaña. Estos anuncios han acabado llamando la atención de los clientes más por los fallos que por el producto que se anunciaba en ellos.
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