La educación y las formas de enseñar han ido evolucionando a lo largo de los años y han cambiado muchas cosas en el aula, sobre todo en materia de castigos.
Tocar a un alumno hoy en día puede suponer para el profesor en función de las circunstancias su expulsión inmediata del centro, pero hace unos años, en los colegios se permitían muchas prácticas para castigar a los alumnos y enseñarles una lección que hoy en día están totalmente alejadas de las aulas.
1.Tirón de orejas
De los más dolorosos después de sacar al profesor de sus casillas…
2. Reglazo
Podía ser en la palma de la mano, o el profesor podía pedir que juntaras las yemas de los dedos…
3. Orejas de burro
Utilizado cuando el alumno suspendía o no se sabía la lección. También se popularizó el cucurucho de cartulina para sustituir a las orejas
4. El borrador volador
Si el profesor te pillaba hablando o copiando, de repente podías ver que salía disparado un borrador hacia ti y tenías que intentar esquivarlo… o simplemente recibías el impacto.
5. Libros
Consistía en ponerse de rodillas en el suelo, brazos en cruz y libros sobre las palmas sujetándolos como si fueran pesas. El número de ejemplares estaba determinado por la gravedad del hecho en cuestión. Si bajabas los brazos, una voz te ordenaba que los pusieras rectos…
6. De cara a la pared
Se utilizaba para separar a alguien del grupo y ponerlo de espaldas a todos los demás. Perdías la clase, pero era muy aburrido. A veces podías gozar de una silla para llevar mejor la penitencia.
7. Dar vueltas en el patio
Uno de los castigos más cansados, especialmente si el patio era muy grande…
8. Anillos
Los anillos de los profesores no los utilizaban solo para lucirlos, sino también para dar un buen coscorrón a los alumnos.
9. Sin recreo
Castigado en el aula sin poder salir al patio con el resto de compañeros y sin diversión alguna.
10. Repetir algo 100 veces
Uno de los más populares y de los que se esperaba que los alumnos aprendieran una lección. El texto siempre se adaptaba a las exigencias del “guion” y empezaba con “debo” o “no debo”.
11. Chicle en la nariz
Si te pillaban comiendo chicle, había profesores que hacían ponerte el chicle en la nariz hasta que terminase la clase.
12. Fuera de clase
El tiempo dependía de lo duro que fuese el maestro en materia de castigos. Si se abría la puerta significaba que habías saldado tu “deuda”. Tal vez un día podías tener compañía en el pasillo…
13. Capones, collejas y patillas
Los capones y las collejas eran las opciones favoritas para muchos profesores, y algunos lo hacían por sorpresa.